Caída libre... al país de las maravillas...


Dicen que sucedió un día, un día como otro cualquiera... pero que su vida ya no era normal...

Llevaba tiempo dejando de creer en que las estrellas fugaces concedieran deseos si es que la suerte deja que veas su destello brillar, dejó de creer que existe un destino que nos ata... para que siempre después de la tormenta salga el sol, dejó de creer que para bien o para mal todo tiene su sentido...
Caminó durante horas sin saber donde la depararía el camino que ella misma estaba creando, era como una marioneta manejada por los hilos de quien un día la hizo dejar de creer en si misma, y en medio de aquel paseo de espinas de repente tropezó...

Y encontró un túnel e inconscientemente le recorrió, le recorrió sin saber donde le depararía el futuro, ni si ese futuro le perjudicaría o le haría daño... de cualquier modo quería empezar de cero una nueva vida y ser la heroina de su propia historia, sin nadie que le dijese cual eran los hilos de lo bueno y de lo malo, sin que nadie le quitase el protagonismo que tanto ansiaba, sin que nadie le robase la luz de sus ojos...

Caminó durante horas hasta que por fin llego a la entrada de aquel nuevo mundo, quizás no era como ella se lo imaginaba o quizás ella no se imaginaba ningún tipo de mundo pero de cualquier modo por primera vez desde hace mucho tiempo creyó que el camino que estaba eligiendo era el correcto, y se encontró con un gran lugar donde los árboles la susurraban al oído lo hermosa que era, donde los animales brincaban a su alrededor cantando dulces poemas de amor, donde ella era la princesa de su propio cuento de hadas... pero llegó la noche y con ella las pesadillas se adueñaron de sus más tristes pensamientos y de nuevo, en la soledad de la noche, en la más amarga oscuridad del bosque se dio cuenta de que seguía invadiéndola un sentimiento de soledad que no la había abandonado durante estos últimos años, en los que la habían hecho tanto daño, a estas alturas seguía sin comprender porque la gente no había descubierto todavía el gran corazón que ella guardaba dentro, así que llegó a pensar que sería su culpa la que la había dejado en aquel estado... sola, sin una cerilla que encendiera la llama de su corazón... así que como muchas otras veces lloró, se lamentó de todas las malas decisiones de su vida... no había modo alguno de comenzar de cero, de renovar su apagado corazón... desearía coger un montón de tiritas ponerlas en cada uno de los rincones de su alma y olvidar aquellos recuerdos que la perseguían como sombras en la fría noche... necesitaba amar y ser amada...

Y cuenta la leyenda que aquella noche todos los astros se reunieron, y se pusieron de acuerdo para darle motivo a su vida... y tras muchas horas de desesperación levantó la mirada, asustada de que alguien la pudiese estar observando, y ante ella, dos ojos marrones se clavaron como espadas en su triste corazón, y como si se hubieran conocido siempre, ella y aquel chico de tez blanca y cara de ángel se abrazaron...

Durante el resto de la noche el chico permaneció con ella, la cantó las canciones más hermosas que oído humano halla podido escuchar, la consoló cuando solo sentía la soledad de la noche, y poco a poco, fue quitando el hielo que cubría su corazón, así fue como empezó a sentir el amor por y para siempre, y en ese instante se dio cuenta que el sentido de su vida era no perder aquel pedazo de ángel que le había caído del cielo... de nada valía luchar si él no estaba a su lado... era curioso, con solo una noche, descubrió algo que durante años había perdido...

Regreso al mundo real, pero él siguió con ella y ella comenzó a creer en la magia que puede hacer que un corazón marchito crezca como un árbol joven o que una estrella fugaz haga que tus mayores deseos... esos que se desean con el corazón y no con la cabeza... se hagan realidad... o que tras años de no poder olvidar los malos recuerdos... aparezca alguien que eclipse tus mayores temores para ser el motivo de una vida sin esperanza...

Y es que como cuentan las malas lenguas nunca llegaremos a saber si las leyendas son o no reales, pero lo que si que sabremos es que existe un lugar en el que para acceder a él hay que ser tan inocente como un niño y tan amante como un adulto... lo llaman... CORAZÓN...