El ángel de la mirada de plata

Tenía una buena estrella, todo el mundo podía verla tras las dos lunas que ocupaban sus párpados cansados, le llamaban... "El ángel de la mirada de plata..." y así comienza la leyenda...

Su personalidad se marcó desde muy pequeño, sus padres le habían educado de la mejor manera que ellos creían, lo cual consistió durante años en dejarle en casa la mayor parte del tiempo. Desde que tuvo uso de razón, le enseñaron lo importante que era la música, como las notas que se iban introduciendo en los pulmones para limpiar el alma de cualquier sentimiento negativo, como un torrente de vida que se introduce en medio de un cementerio.

Tocaba el piano, el violín y componía música, poco a poco se fue convirtiendo en un pequeño genio escondido entre la multitud, una multitud que desconocía su talento y no veia mas allá de sus propios zapatos.
Creció y maduró, y su carisma se volvió frío y oscuro, como resultado de su infancia y de sus pocos amigos, a pesar de ello, tenía una sensibilidad capaz de traspasar cualquier corazón.

Era finales del verano de 1967, el sol brillaba como siempre, y James, que era así como se llamaba o lo quiero llamar yo, corría fugazmente por el campo, decía perseguir la musa que se le había escapado de su casa; tan rapido corría que sin darse cuenta se chocó contra una joven, dicen que su amor fue instantáneo, mirada contra mirada surgió algo demasiado especial para poderlo explicar, y sin saber como, a las dos semanas Claudia se convirtió en la inspiración de todas sus composiciones: su pelo claro, sus ojos cristalinos, esos dos hoyuelos que se atrevían a salir solo cuando la risa vencía el pulso al miedo... Su amor era puro tanto como el trigo bajo el sol, como las cascadas de los bosques, como el viento que azota el pelo en el invierno, como la fugacidad del primer beso..

Pero no todo iba a salir bien, en el otoño de 1970, tras tres años de amor incondicional, tras vencer las esclavitud de unos padres que le seguían maltratando psiquicamente como cuanto tenía siete años y odiaban a Claudia por robarles la fuente de ingresos, tras llegar a lo más alto de la fama... comenzó su declive, cuando el amor triunfa, la desdicha hace su debut en el teatro de los sentimientos.
Con veintitrés años había sido reconocido internacionalmente como el compositor revelación, había tocado en los teatros más famosos de París, Londres y Amsterdan, sitios muy distintos a los restaurantes donde había tocado inicialmente, pero con esa edad conoció lo que era el dolor de verdad.

Durante todo ese tiempo Claudia le habia acompañado a todos los lugares, noche tras noche, sin objección alguna, escuchó como a ella fueron dedicadas todas sus composiciones: cuando discutían, su amor le insparaba la furia salvaje de los timbales acompañado de la agresividad y armonía del violonchelo, cuando todo era calma, tras hacer el amor su cuerpo le inspiraba la dulzura del arpa acompañado por el cuerpo sensual de los violines. Había caido en el amor profundo y cuando en 1970 ella tuvo un acciendente dejandola en coma, todo su mundo perdió su sentido.

Todas las noches la vigiló mientras permanecía en la cama de aquel hospital, durante todo ese tiempo su dolor se fue transformando en locura y para cuando llego el fin de toda esperanza, su locura rebosó los oceanos de la razón y empezó a creer que era un ángel enviado para protegerla; tras su espalda podía verse como había dos zonas llenas de arañazos, su ansia porque ella despertara le hacía creer que tenía dos alas mientras rasgaba su piel. 
A media noche salía al tejado del hospital, se sentaba al borde de la cornisa, habría sus brazos y dejaba que el viento rozara su cuerpo dandole una descarga de placer que muy pocas veces sentía.

Una noche, embriagado de irracionalidad y desesperación, decidió entregarle la vida a ella. Subió al tejado, caminó despacio arrastrando sus alas plateadas mientras lloraba y miraba al cielo nublando las estrellas de sus ojos, se puso de pie sobre el borde y pudo ver desde allí toda la ciudad, las fábricas que expulsaban humo, las luces de los edificios que empezaban a despertarse, los coches tan minúsculos como luciérnagas en el bosque...
Era el momento, ya estaba preparado, explayó sus alas cuan grandes eran mientras gozaba la dicha de sentirse libre bajo el firmamento azul que juega con los hilos de nubes blancas y grises de contaminación y presagio del mal tiempo, y se dispuso a volar...

Algunos dicen que realmente era un ángel, porque al día siguiente Claudia despertó, otros dicen que le salieron alas de verdad y que ahora protege a su amor allá donde vaya, componiendo música con su piano para que ella le escuche y no se sienta sola, otros muchos dicen que ella despertó antes de que el saltara y no se lo permitió...



Pasara lo que pasara, con un final más o menos triste, solo puede decirte que en cualquiera de las historias que escuches a lo largo de tu vida debes saber que ... la mediocridad si no lo es, se vuelve leyenda...