¡Fuera de aqui!

Estoy dando golpes a esta pared que no se rompe y me hago daño en las muñecas para intentar no pensar, sinceramente esta noche estaba siendo surrealista, pero quizás lo tenía que haber previsto cuando hace unas semanas me propusieron hacerlo…
Siento tanta rabia dentro de mi, siempre me pasa lo mismo, tengo esa especie de atracción por lo prohibido, por lo que no me dejará soñar en unas cuantas semanas, camino hacia delante sin pensar en las consecuencias… pero esta vez creo y sé que he metido la pata hasta el fondo y solo tengo ganas de llorar, o de romper este estúpido muro que tengo delante de mis ojos.

Todo comenzó aquella tarde en 112 Oceans Avenue, nadie nos imaginabamos que los espíritus intentasen quedar en paz con el mundo terrenal… ¿O si? 
Cuando pasamos por delante de aquella casa, todos sabíamos ya cuantas historias y películas se habían hecho sobre esa casa pero realmente no nos las creíamos, por eso cuando propusimos ir allí aquella noche, a todos nos pareció una buena idea, fuera como fuese, esa noche era Halloween y tenía que ser especial ya que nunca nos habían dejado salir  hasta altas horas.


Cuando eran las 11 nos encontrábamos todos delante de la puerta de la casa y nos dispusimos a entrar... cuando la puerta que hasta entonces siempre había estado entreabierta, se cerró delante de nosotros con un portazo a la vez que se oyeron uno, dos… hasta 6 golpes dentro de la casa. Mentiría si dijese que no lo vi normal ya que hacía una ventisca muy fuerte, pero lo que para mi era tan común supuso que mi grupo se redujera a la mitad, “en fin… vaya panda de cobardes” pensé para mis adentros.

Entramos por una ventana, nos sentamos en círculo en el salón de aquella casa, no sin antes encender la chimenea y unas cuantas velas y nos concentramos para jugar a la ouija, otra de las grandes ideas de esa noche…

Cuando comenzamos a jugar preguntamos con las letras del tablero quien había muerto en aquella casa, instantáneamente la luz de la chimenea se apagó, miles de motas de polvo rodaron sobre nuestras cabezas, las ventanas se cerraron con suma violencia y se empezaron a oír golpes en el piso superior, todos nos asustamos bastante, aunque una parte de nuestras cabezas seguía atraída por el morbo de estar haciendo algo que no estaba bien, es decir, vivir una aventura en carne propia…
Decidimos subir a ver que había arriba, yo subí en el último lugar y cuando me faltaba solo un escalón para llegar el peldaño, cuando creo ver unos ojos tras el umbral de una de las puertas... la madera venció bajo mis pies y yo caí sin remedio por el hueco de las  escaleras.
Cuando abrí los ojos me encontré en un cuarto oscuro sin luz. Al principio me senté en el suelo intentando recomponer todo lo que había hecho aquella noche, pero cuando sobre mi nuca sentí una ráfaga de aire que gritaba: “¡Fuera de aquí!” empecé a tener miedo y a gritar mientras veía las sombras de rifles que apuntaban a mi cuerpo y sentía como unas manos gélidas me agarraban el cuerpo y me susurraban al oído que no era bienvenido…


Empecé a retorcerme de angustia entumeciendo mi cuerpo con los golpes que me pegaba contra todas las paredes que estaban recubiertas de algo viscoso, hasta que de uno de los golpes encendí un interruptor y ante mi apareció una sala antigua con las paredes cubiertas de letras escritas con sangre: “¡Fuera de aquí!”, era como si me encontrase en otra realidad paralela, en otra casa, en otro tiempo…

Pudé ver una ventana al fondo que estaba abierta, me acerqué corriendo y cuando fui a levantar la ventana que se abría verticalmente, de repente se oyó un golpe detrás, parpadee milésimas de segundo y cuando abrí mis ojos ante mi tenía una ventana abierta con unos ladrillos perfectamente colocados como si fueran parte de la pared y la cornisa fuera una broma de mal gusto, no entendía nada quería acabar aquella pesadilla…
Corrí hacia las otras ventanas, pero volvió a pasar lo mismo, así que me encontraba encerrado en aquel cuarto que para mi impresión cada vez se estaba haciendo más y más pequeño.

Y es en ese punto en el que me encuentro ahora, dando golpes a la pared que tengo delante de mis ojos ya que no comprendo nada de lo que ha ocurrido. Siento un olor muy fuerte en el ambiente, como el formol de los muertos, pero quien sabe, quizás todo sea una locura transitoria…
Acabo de ver a lo lejos una roca en una esquina, quizás lo mejor sea cogerla y dar golpes al suelo, a lo mejor descubro una abertura hacia mi libertad… golpeo fuerte, una, otra y otra vez y de repente el suelo abre un agujero bajo mis pies y allí, debajo, donde la tierra comienza a dar vida a la naturaleza, donde los sueños se pierden para volver a renacer, donde el miedo te embarga hasta limites insospechados, encuentro una mano: gris, sin vida, perdida… esto me esta superando demasiado, pero da igual, estoy aquí y descubriré todo hasta el final, el cuarto se está haciendo más pequeño y la mano acaba de encontrar su cuerpo, y por fin puedo ver sus cara… ojos pequeños… creo recordar aquella mirada perdida en alguna otra parte, sí, ¡Ahora lo recuerdo! Es el niño que vi antes de caerme, pero su cara se vuelve diferente, se está transformando delante de mis ojos y cada vez se parece más y más... ¡No puede ser! Ante mis ojos me estoy viendo a mí… agonizante, presa del horror… Me estoy muriendo o la muerte me ha vencido… el cuarto ya no es cuarto no hay nada a mi alrededor, todo está oscuro, tanto como un ataud en la penumbra… y yo…



De repente veo una luz y tres hombres que gritan mi nombre, pero cuál es mi nombre ahora, ¿DeFeo? En mi mente se graba una historia… la madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos con un rifle, dejando un total de seis personas muertas…

Ronald Joseph "Butch" DeFeo, Jr. 

De repente siento en mi interior la amargura de haber hecho algo mal. La casa ha convertido mi vida y creo que lo que tengo ante mis ojos es... la policía que viene a por mí…

Por ustedes...

Hace unas semanas recibí una noticia demasiado agradable, había sido seleccionado uno de mis escritos junto con otros para un recopilatorio de relatos, quería compartir con ustedes los enlaces donde se encuentra el recopilatorio y la mención que recibí... 




Y sobretodo quería darles las gracias, porque sin ustedes nada de esto hubiera sido posible, porque no hubiera sacado las fuerzas necesarias para seguir con la gran afición de mi vida, que es la escritura y porque con sus comentarios y visitas a mi blog han hecho que este pequeño sueño cada vez sea más grande y llegue a más personas...

Porque como siempre digo... somos personas brillantes viviendo en un mundo que tendrá prisa, pero esperaremos a que sea perfecto para brillar...