Tengo miedo... Oigo voces...

La primera vez que sucedió estaba tumbado en mi cama, hacia mucho frió, era una noche demasiado invernal para ser verano, los árboles se agitaban al son del viento y la luna se ocultaba tras un manto de nubes, me encontraba sumamente dormido, en esa etapa de los sueños en la que no concibes si lo que sueñas lo vives o son un simple reflejo del subconsciente, pero de repente un ruido atroz se cernió sobre mi, abrí los ojos y allí estaba, a partir de ese momento lo que tenia delante conviviría día tras día conmigo, era una figura de una mujer sumamente hermosa, sus ojos claros radiaban en medio de la oscuridad, pero a diferencia de su sonrisa, sus ojos mostraban una severa maldad.
Me ordenó levantarme, me indujo hasta la ventana más próxima y me dijo que ella me protejería, que yo debía hacer lo que ella me dijera, si ella me decia que me debía tirar por aquel hueco de sueños perdidos yo debía hacerlo, si ella me ordenaba cualquier cosa yo debía someterme, era una simple marioneta en su mano a partir de aquel momento...
En ese instante me asusté, mire hacia el paisaje nocturno desde mi balcón, perdiéndola por un segundo de vista, cuando me volví para preguntarla quien era, había desaparecido...
Los días fueron pasando y yo no me atrevía a decir a nadie las visiones que había tenido, me tomarían por loco... y si aun asi lo estaba no estaba haciendo nada malo a nadie, o al menos por el momento...

Una tarde cuando estaba estudiando en mi cuarto, sentí un soplido detrás de mi espalda, una mano presionó mi cuello con fuerza, amenazante, cortándome la respiración... me prohibió estudiar, me obligó a dirigirme al cuarto de baño... "sígueme.... sígueme..." y mi cuerpo inerte se movía...
Al pasar por el espejo, me observé mi cuello, estaba morado, como inicio de las contusiones que días después aparecerían... cuando llegué, su mano agarró a la mía obligándome a coger las tijeras con las que mi padre me cortaba el pelo y empezó a romper mi camiseta, cuando las tijeras rozaron mi ombligo apareció mi madre... lo que sucedió después os lo podéis imaginar... me pedían explicaciones y yo no podía decir que "ella" me obligaba, quería explotar todo lo que llevaba dentro, la angustia perforaba mi garganta... al final portándose comprensivos me dijeron que cualquier cosa que yo necesitase que se lo dijera, que nada era tan importante como la propia vida que es el regalo que de una forma u otra quedará para siempre como su recuerdo... pero cuando fui a mi cama a dormir y volvi a pasar por el espejo, mi cuello estaba intacto... no había ninguna marca... nunca lo entendi...

Pero mis padres cada día discutían más conmigo, decían que no entendían esos cambios en el comportamiento que yo estaba teniendo pero yo me sentía igual que siempre, algunos ratos me llenaba de orgullo porque sentía que no todas las personas podían ver a aquella "mujer" y que yo era afortunado, por ese motivo sonreía solo muchas veces, me sentía poderoso, capaz de hacer cualquier cosa, desde provocar la risa más extrema hasta el sentimiento más doloroso,otros ratos "ella" manejaba mi cuerpo, me pegaba y yo acrecentaba mi mal humor hacia la gente, no entendía porque yo debía sufrir aquella maldición... No me apetecía comer, y mucho menos hablar, estaba cansado de todo, solo quería tumbarme en la cama y pasar el tiempo...

Hasta que un día sucedió, fue rapido, insonoro, pero igualmente doloroso, yo no quería hacerlo pero ella me ordenó, me dijo que si no sufriría las consecuencias por no hacerla caso, debía pegarla...
Nunca había pegado a mi madre, era la persona que más adoraba en el mundo, pero por algun extraño motivo tenía miedo de la visión y creía que si no la obedecia algo malo sucedería...
"Ella" estaba detrás sujetando mi pelo y susurrándome al oído... la fuerza de mi mano se aumentó por una fuerza invisible, cuando me di la vuelta para buscar a mi "visión" de nuevo había desaparecido...
Ese fue el ocaso de una serie de sucesos, día tras día oía esa voz en mi mente, como una voz distorsionada, cada vez más alejada de la dulzura de su voz, aquella que oi por primera vez a la "mujer de mis visiones", me estaba volviendo loco, cada vez que me encontraba a solas en mi cuarto su voz sonaba como el eco en la montaña, no finalizaría nunca aquella tortura, día tras día sentía como alguien me apretaba con fuerza y no me dejaba respirar, tenía miedo, miedo de los momentos en los que aparecía por sorpresa y llenaba mi mente de todo aquello que está prohibido... era una lucha entre el demonio bueno y el demonio malo... tenía miedo de no saber lo que estaba sucediendo... miedo de "ella"... miedo de mi soledad... pero de lo que más tenía miedo era de mi mismo...

El día que ella agarró gasolina y la esparció por mi cuarto, mi padre apareció en el umbral asustado por el olor a queroseno, yo estaba con una cerilla en la mano, en aquel momento cuando me vi con la garrafa en la otra mano algo se perturbó en mi mente... aquello no era normal... no entendía que hacía aquel objeto alli, fue "ella" yo no... ¿Existía realmente la garrafa? ¿Era "ella"? ¿Era "yo"? El miedo me estaba superando.. todo empezó a girar a mi alrededor, el olor a gasolina no me dejaba pensar, y las paredes estaban cayéndose sobre mi, todo giraba... giraba... giraba sin parar...

Cuando me desperté me encontraba en una habitación de paredes blancas que no era mi cuarto... mis padres estaban a mi lado... y un médico les pedía tranquilidad... decían que estaba enfermo... algunas personas lo llaman locura... otras personas esquizofrenia paranoide... yo prefiero pensar que es transitorio, "ella" me eligió y cuando cumpla lo que quiere se marchará como volvió... soy el elegido...
Dicen que alguna vez lo superaré o sabré convivir con mis "visiones", no entienden nada... 
Pero... entre tu y yo... ¿Quien está más loco el propio loco, o el que reconoce la locura?


El tratamiento de la esquizofrenia se basa en dos bloques fundamentales : Por un lado el tratamiento biológico y por otro, el tratamiento psicológico y sociológico,  el papel de la familia y la gente cercana al enfermo, cobra vital importancia ya que deberán ayudarle a disminuir el nivel de estrés en las actividades cotidianas . 
En España existe como grupo de autoayuda para las familias FEAFES ( confederación española agrupaciones de familiares y enfermos mentales) http://www.feafes.com 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta enfermedad tiene que ser una tortura, sobre todo si lo que ve la persona afectada cruza lo paranormal. Ver cosas que nadie puede ver, personas que están en tu propia cabeza, pero que las ves tan reales como si tuvieran cuerpo físico. Incluso siendo consciente de que no existen esos seres imaginarios, puede ser una tortura. Espero que algún día haya una cura para esta terrible enfermedad. Buena entrada :)

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No te olvides de enseñarme como se sueña de verdad...